Intercambio de felicitaciones navideñas en el Dicasterio para la Comunicación
Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano
La jornada vivida por la comunidad del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede con motivo de la entrega de las distinciones ha estado marcada por la oración y un clima de fraternal convivencia. En la iglesia de Santa Maria in Traspontina, la mirada y el corazón están puestos en la Navidad.
Con el corazón puesto en la Navidad
«Todo está llamado a ser para siempre: cada palabra, sentimiento, pensamiento, acción». Durante la misa en la iglesia romana no lejos de la Basílica de San Pedro, el secretario del Dicasterio, monseñor Lucio Adrián Ruiz, recordó la dimensión central del Adviento. Es un período que «nos prepara para la venida del Señor». Este tiempo litúrgico, subrayó en la homilía, se configura en dos partes: una se refiere a la Segunda Venida de Cristo, «cuando el Señor cumplirá su promesa de hacer nuevas todas las cosas». La segunda parte del Adviento está ligada al acontecimiento «que cambió la historia de la humanidad»: el nacimiento de Jesús. En estos días, en particular, ese acontecimiento se representa en los belenes, que a menudo representan la escena evangélica con sabiduría artesanal. El belén original no era así: no destacaba por su magnificencia o belleza. «Era un pesebre pobre». Todo el misterio de la Redención ligado a ese pesebre «está en el tejido de la vida cotidiana», como el del Belén de Belén.
Navidad, la fiesta de la presencia de Dios
La Encarnación del Verbo, añadió monseñor Lucio Adrián Ruiz, fue manifestación y ocultación. Manifestación para quienes creyeron en Dios, como los pastores y los magos. «Para aquellos que, lo buscaron sin condiciones, el Señor se dejó encontrar». Otras personas, que no creyeron en Dios, ocultaron su corazón a ese acontecimiento. En la Segunda Venida, «Dios estará siempre en nosotros y con nosotros». Esto ya es una realidad hoy: el Señor «ha entrado en la historia de cada uno de nosotros; en los sacramentos se hace parte del tejido de cada uno de nosotros». De ese sencillo pesebre, «que es la primera catedral de la humanidad», surgen preguntas cruciales que interpelan el corazón de cada uno. ¿Quién es el Señor? ¿Creemos en Dios? De estas preguntas debe surgir una triple responsabilidad. En primer lugar, hay que «redescubrir a Dios en el tejido cotidiano». Hay que «vivir con Él porque esta es ya la vida prometida por el Señor». La tercera responsabilidad es ser manifestaciones de Dios para los demás. Este Navidad, ha deseado el secretario del Dicasterio para la Comunicación, «sea para nosotros la fiesta de la presencia de Dios». Que el Señor «transforme verdaderamente nuestra vida». No hay que ver a «Dios oculto». Que nuestra vida sea «una nueva estrella que nos lleve a descubrir la alegría de Jesús».
La ceremonia de entrega de distinciones
Desde la iglesia de Santa Maria in Traspontina, la jornada vivida por la comunidad del Dicasterio para la Comunicación continuó en el Salón San Pío X de la Via della Conciliazione. El prefecto Paolo Ruffini expresó su agradecimiento por el trabajo realizado en este año lleno de acontecimientos: el Año Santo de la Esperanza, la muerte del Papa Francisco el día después de Pascua, la elección del nuevo Papa León XIV. La vocación de ser Iglesia, subrayó, «es la de ser tierra buena». A estas palabras se sumaron las de monseñor Lucio Adrián Ruiz: «Hemos comunicado los acontecimientos de la Iglesia hasta los confines de la tierra. Hemos formado un equipo, una familia, realizando una labor misionera». Los galardones de este año han sido para Ariana Anic (Redacción croata), Valeria Giovanrosa (Secretaría Operativa Editorial), Saulius Kubilius (Redacción lituana), Luciano Mazzoli (Producción audiovisual de la Sala de Prensa), Sergio Ravoni (Cámara de Vatican Media), Sante Tarquini (Dirección tecnológica), Edmondo Lilli (Servicio fotográfico del «L'Osservatore Romano») y Umberto Musetti (antiguo asesor de Recursos Humanos).
Placas conmemorativas
También se entregaron placas conmemorativas por el 60º aniversario del programa en malayalam, hindi y tamil, por el 50º aniversario del noticiario radiofónico en francés, inglés y español, por el 50º aniversario del programa finlandés, por el décimo aniversario del programa coreano y por el 90º aniversario del programa español. Todas ellas son páginas de historia que se entrelazan con el trabajo diario de Radio Vaticano y Vatican News. La inauguración de los programas en malayalam, hindi y tamil en la programación de Radio Vaticano se remonta a 1965, después de que en diciembre del año anterior el Papa Pablo VI viajara a Bombay en el segundo de sus viajes apostólicos al extranjero. Durante el Año Santo de 1975, Radio Vaticano creó una nueva emisión en cuatro idiomas como servicio a los peregrinos. Además del italiano, el programa ofrece información sobre la actualidad también en francés, inglés y español. Esa emisión es la «cuna» de los noticiarios radiofónicos que, desde enero de 1976, se emitirán diariamente en esos idiomas con el título de «Quattrovoci». También en 1975, el finés comienza su programación regular dentro del Programa Escandinavo, que nació en 1953 y que ya utilizaba el sueco y el danés. El programa coreano y la página web correspondiente en el sitio de Radio Vaticano se inauguraron el 9 de octubre de 2015, tras el impulso dado el año anterior por el viaje apostólico del Papa Francisco a Corea del Sur. La primera emisión en español de Radio Vaticano tuvo lugar en marzo de 1934, lo que contribuyó a reforzar el carácter internacional de la emisora pontificia en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Ese carácter cosmopolita es uno de los rasgos distintivos de la realidad actual del sistema de comunicación de la Santa Sede.
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