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Cardenal Makrickas cierra la Puerta Santa de la Basílica de Santa María la Mayor

En la solemnidad de la Natividad de Jesucristo se ha celebrado el rito de clausura de la Puerta Santa. El cardenal arcipreste instó a los fieles a abrirse a la escucha de la Palabra, a la acogida del prójimo y al perdón. La esperanza es una luz que debe traducirse en oración y atención a los pobres para ser una Iglesia “con el Evangelio en las manos y el hermano en el corazón”.

Isabella Piro – Ciudad del Vaticano

Los tañidos de la Sperduta, la antigua campana que evoca el sentido de la peregrinación, acompañaron el cierre de la Puerta Santa de la Basílica papal de Santa María la Mayor. En el crepúsculo de este jueves 25 de diciembre de 2025, en la solemnidad de la Navidad de Nuestro Señor Jesucristo, y bajo una lluvia persistente en Roma, numerosos peregrinos se congregaron en el templo mariano para presenciar el antiguo rito presidido por el cardenal arcipreste Rolandas Makrickas. "Al cerrar esta Puerta Santa, creemos que el corazón del Resucitado, fuente inagotable de vida nueva, permanece siempre abierto para quien espera en Él", afirmó.

Un rito antiguo y solemne

Tras sus palabras, en un clima de profundo silencio, el purpurado subió los peldaños que conducen a la Puerta. De rodillas sobre el umbral, se detuvo en oración antes de ponerse en pie y cerrar los batientes. Ha pasado casi un año desde su apertura el 1 de enero de 2025. La elección del 25 de diciembre para su clausura no es casual: Santa María la Mayor custodia las reliquias de la Sagrada Cuna donde fue depositado el Niño Jesús al nacer.

El cardenal Makrickas preside la santa misa tras el cierre de la Puerta Santa
El cardenal Makrickas preside la santa misa tras el cierre de la Puerta Santa   (@VATICAN MEDIA)

Convertirse en puertas abiertas para los demás

“Lo que se cierra no es la gracia divina, sino un tiempo especial de la Iglesia; lo que queda abierto para siempre es el corazón misericordioso de Dios”, subrayó Makrickas durante la misa posterior, amenizada por la Capilla Musical Liberiana, que precisamente este Año Jubilar celebra el 480º aniversario de su fundación.

“Hoy hemos visto cómo se cerraba la Puerta Santa —manifestó el purpurado—, pero la puerta que realmente cuenta es la de nuestro corazón: se abre al escuchar la Palabra de Dios, se ensancha al acoger al hermano y se fortalece al perdonar y pedir perdón”. Por ello, invitó a recordar que “cruzar la Puerta Santa fue un don, y convertirnos desde hoy en puertas abiertas para los demás es nuestra misión de futuro”. Un gesto sencillo y solemne que se transforma en “memoria agradecida y misión valiente”.


Un Jubileo, dos Papas

En su homilía, el arcipreste destacó la peculiaridad de este "Jubileo de la Esperanza" que llega a su fin: un Año Santo iniciado por el Papa Francisco y continuado por el Papa León XIV. Un precedente similar solo se encuentra en el Año Santo de 1700, inaugurado por Inocencio XII y clausurado por Clemente XI. Sin embargo, hoy como entonces, se trata de “un relevo que nos entrega la imagen de una vida de la Iglesia que nunca se interrumpe”, porque “el Señor jamás abandona a su Iglesia”.

Revisa los momentos más significativos de la clausura de la Puerta Santa de la Basílica de Santa María la Mayor

La paz es posible

El Jubileo de la Esperanza, prosiguió el purpurado, ha sido un tiempo en el que la Iglesia ha anunciado al mundo que Dios no está lejos, que la paz es posible y que la misericordia es más fuerte que el pecado. Siguiendo la estela de los pontífices Bergoglio y Prevost, Makrickas recordó que la esperanza no es una ilusión ni un optimismo ingenuo, sino una “fuerza concreta que abre caminos nuevos” y una “luz que ninguna noche puede apagar”.

Un momento de la celebración
Un momento de la celebración   (@VATICAN MEDIA)

Traducir el Año Santo en gestos concretos

Desde la basílica que custodia el icono de la Salus Populi Romani y los restos del Papa Francisco, el cardenal exhortó a los fieles a traducir el Jubileo en oración renovada, atención a los pobres y reconciliación familiar. Solo así se podrá ser “una Iglesia con el Evangelio en las manos y el hermano en el corazón”.

La celebración concluyó con las notas del tradicional villancico Noche de Paz y la bendición solemne.


El cierre de las demás Puertas Santas

La de la Basílica Liberiana ha sido la primera Puerta Santa de las cuatro basílicas papales en cerrarse. El sábado 27 de diciembre será el turno de San Juan de Letrán, y el domingo 28, fiesta de la Sagrada Familia, el de San Pablo Extramuros. Finalmente, será León XIV quien cierre la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el próximo 6 de enero, solemnidad de la Epifanía.

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25 diciembre 2025, 20:03