Israel Soteno: El pesebre del Borgo Laudato si', una fusión intercultural por la paz
Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano
Las manos del maestro Israel Soteno no solo moldean el barro; custodian una memoria que atraviesa generaciones. En el Borgo Laudato si’, en la serena atmósfera de Castel Gandolfo, el eco de los talleres de Metepec se hace presente estos días a través de un delicado proceso de restauración. Se trata de las diecisiete esculturas monumentales que componen el pesebre donado por monseñor Diego Monroy Ponce, exrector de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en México, una obra que es, al mismo tiempo, oración y testimonio cultural.
Un viaje de fe a través del océano
"El mayor desafío fue el transporte", confiesa Israel Soteno en diálogo con los medios vaticanos. Recordando la odisea que supuso trasladar estas piezas de tamaño natural desde el Estado de México hasta el corazón de la cristiandad, el ceramista subraya el cuidado extremo en el embalaje para proteger una obra que ya cuenta con 17 años de historia.
Hoy, el paso del tiempo ha reclamado su lugar, y es precisamente allí donde la labor de Israel y su esposa, la artista Blanca Jiménez, adquiere un matiz de "regeneración". No se trata solo de reparar grietas, sino de revitalizar un símbolo que, tras haber sido creado en 2008 por su padre, el gran maestro Tiburcio Soteno, encuentra ahora un nuevo hogar en el Borgo Laudato si', iniciativa impulsada por el Papa Francisco e inaugurada oficialmente por el Papa León XIV el 5 de septiembre pasado.
El camino de restauración culminó este sábado 20 de diciembre. A las 16:00 horas, en las escaleras de la Parroquia Santo Tomás de Villanueva, el Cardenal Fabio Baggio, Subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y director general del Centro de Alta Formación Laudato si’, bendijo este pesebre que ya no pertenece solo a Metepec, sino a toda la familia humana.
La jornada concluyó con el gesto alegre de una piñata mexicana, recordándonos que la fe, cuando se comparte, se convierte en fiesta y encuentro. El belén permanecerá expuesto hasta el 2 de febrero de 2026, invitando a cada peregrino a contemplar, en el barro restaurado, la belleza de una Creación que siempre puede volver a florecer.
Sostenibilidad: el lenguaje de la tierra
En sintonía con el espíritu del Borgo, la técnica empleada es un himno a la naturaleza. Soteno explica que el nacimiento está realizado en barro pintado con anilinas tradicionales, muchas de las cuales son tintes naturales protegidos por lacas artesanales. Es una herencia de más de un siglo que hoy dialoga perfectamente con los valores de cuidado del medio ambiente que promueve el Centro de Alta Formación Laudato si’.
Por su parte, Blanca Jiménez —recientemente galardonada en México por su maestría pictórica— es la encargada de devolver el color y el acabado a las piezas, asegurando que cada detalle refleje la armonía entre el arte y la espiritualidad.
Una fusión intercultural por la paz
Para Israel Soteno, estar en Castel Gandolfo es más que un compromiso profesional; es una misión de paz. "Es una gran oportunidad de contribuir al proyecto del Borgo Laudato si’", afirma con sencillez. Para el maestro, ver una obra del arte popular mexicano en este entorno es una "fusión intercultural" necesaria en los tiempos actuales.
"Es muy importante porque se combinan las culturas aquí en el Vaticano... es fundamental para la promoción de la paz, siguiendo el mensaje del Santo Padre".
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