La Santa Sede: Promover la responsabilidad compartida en la acogida de los refugiados

Edoardo Giribaldi – Ciudad del Vaticano

Aplicar el principio de responsabilidad compartida para que ninguno quede solo ante las tensiones globales y las numerosas persecuciones en curso. Ningún refugiado, para el que la reunificación familiar debería ser una prioridad. Ningún Estado debería afrontar solo la carga del desplazamiento masivo. Esta es la posición de la Santa Sede, expresada por el arzobispo Ettore Balestrero, Observador Permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra, en su discurso en la Revisión de los Avances del Foro Mundial sobre los Refugiados, que tuvo lugar del 15 al 17 de diciembre en la ciudad suiza.

Progresos y cuestiones no resueltas

El arzobispo reconoció que, desde la adopción del Pacto Mundial sobre los Refugiados, la comunidad internacional ha logrado avances significativos en la responsabilidad compartida de acoger a los solicitantes de asilo. Sin embargo, por otro lado, también es necesario reconocer que el desplazamiento forzado “sigue causando profundos sufrimientos humanos”. Por lo tanto, es imprescindible identificar nuevas maneras de abordar sus causas profundas, garantizando el retorno “seguro y digno” de los refugiados a sus países de origen, en condiciones de seguridad efectiva, como también afirmó el Papa León XIV en su discurso en el Palacio presidencial de Beirut, Líbano, durante su primer viaje apostólico.

Promover el principio de no devolución

La Santa Sede también reiteró la centralidad del principio de no devolución, consagrado en la Convención sobre los Refugiados de 1951, que prohíbe a los Estados devolver a los solicitantes de asilo a lugares donde su vida o libertad corran peligro. Este principio cobra aún más importancia ante la escalada de “las tensiones globales y las persecuciones en curso”, a las que la comunidad internacional está llamada a responder mediante una responsabilidad compartida -una necesidad ya evidenciada por el Papa Francisco en su mensaje con ocasión del II Foro Mundial sobre los Refugiados- que vaya más allá de las intervenciones de emergencia y se extienda a las inversiones en la paz duradera, la reconciliación y la reconstrucción posconflicto.

Promover la reunificación familiar

La seguridad, la protección y el trato humano de los refugiados son las prioridades comunes que deberían orientar las acciones y políticas en este ámbito. En particular, Balestrero enfatizó la urgencia de promover la reunificación familiar, reconociendo el papel fundamental de las familias “en el desarrollo humano, el bienestar psicológico y la estabilidad social”.

Construir redes a favor de los refugiados

La Santa Sede también acogió con satisfacción el compromiso asumido por numerosos Estados para aumentar sus cuotas de reasentamiento y garantizar el acceso a la educación de los jóvenes refugiados. En este contexto, se destacó la importancia de promover alianzas que permitan unir a gobiernos, organizaciones religiosas y la sociedad civil en la consecución y la aplicación concreta de los compromisos adquiridos a favor de los refugiados.

Las palabras del Papa León XIV

El arzobispo concluyó su discurso recordando una vez más  las palabras del Papa León XIV , definidas como un “rayo de esperanza” en medio de la desesperación: “Ante las teorías de devastación global y escenarios aterradores, es importante que crezca en el corazón de la mayoría el deseo de esperar un futuro de dignidad y paz para todos los seres humanos”.