Koch: Sufrir una enfermedad grave es un gran desafío. Que Dios proteja al Papa
Vatican News
Al final de la quinta Meditación de los Ejercicios Espirituales para la Curia Romana, propuesta en el Aula Pablo VI por el padre Roberto Pasolini, predicador de la Casa Pontificia, después del rezo de las Vísperas, el cardenal Kurt Koch, Prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, dirigió, la tarde, del 11 de marzo, el Rosario por la salud del Papa, con la meditación de los misterios dolorosos, retransmitido también en las pantallas gigantes de la Plaza de San Pedro y por los medios de comunicación vaticanos.
Al introducir la oración mariana, el cardenal recordó lo que Cristo resucitado dijo a Pedro, en el Evangelio de Juan: «En verdad, en verdad te digo: cuando eras más joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras». Palabras en las que reconocemos “lo que también está viviendo y sufriendo nuestro Santo Padre, sucesor de Pedro”. «Claro que las situaciones son diferentes, pero incluso sufrir una enfermedad grave es un gran desafío», subrayó el cardenal Koch, quien también instó a rezar para que «el Señor conceda siempre su cercanía» al Pontífice y a pedir «la intercesión de María, Madre de la Esperanza, por la salud del Papa Francisco».
Después de las cinco decenas de Avemarías, se cantó el Salve Regina, seguido de las Letanías Lauretanas y la invocación a Dios para que envíe su "Espíritu para ayudarnos en nuestra debilidad, para que, perseverando en la fe, crezcamos en el amor y caminemos juntos hacia la meta de la bienaventurada esperanza". Finalmente, el momento de oración concluyó con el Oremus pro Pontifice y un canto a la Virgen María.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí