Gambetti: como San Antonio, sigamos el camino del Evangelio

Fabrizio Peloni - Ciudad del Vaticano

«Una sociedad que exprese la plenitud de la creación. Esto es lo que deseó y realizó San Antonio Abad, que eligió renunciar a la propiedad que tenía, trabajar con sus propias manos para procurarse el pan y compartirlo con todos». Así se dirigió a los agricultores italianos el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica de San Pedro, al presidir esta mañana, viernes 17 de enero, la misa en la basílica vaticana con motivo de la conmemoración litúrgica del patrón de los animales, jornada en la que Italia celebra también el XVIII Día del Agricultor.

El camino del Evangelio

«Antonio siguió el Evangelio y es el mismo camino que indica también el Jubileo de la Esperanza», invitando a «pasar por la Puerta Santa que es Cristo», continuó el cardenal, vinculando la figura del ermitaño egipcio con el «significado» del Año Santo. Entre los asistentes a la misa, concelebrada por veinte sacerdotes asistentes eclesiásticos de Aia (Asociación Italiana de Criadores de Ganado) y Coldiretti, se encontraban también representantes del gobierno italiano y de las autoridades militares relacionadas con las unidades de caballos y perros. En el altar de la Cátedra, el cardenal franciscano conventual, que presidía por cuarta vez consecutiva el rito que se renueva anualmente en la fiesta del santo, introdujo su homilía recordando la unión entre la liturgia y el elogio de la Creación, gracias también al trabajo de los propios ganaderos. Después, mencionando que «apresurémonos, pues, a entrar en ese descanso» de la primera lectura de hoy, aclaró: «Un descanso -el del séptimo día- muy distinto de no hacer nada, y ustedes, guardianes de la huerta terrena y criadores de ganado necesitado de cuidados diarios, quizá lleven esta cuestión en el corazón más que nadie».

La bendición de los animales

Una vez concluido el rito, el Cardenal se dirigió a la Piazza Pio XII, frente a la columnata de Bernini, para visitar la «Stalla sotto il cielo» («Establo bajo el cielo») instalada por Aia, en colaboración con Coldiretti. A su llegada, un desfile de caballos y jinetes partió de la renovada Piazza Pia. A continuación, Gambetti impartió la bendición a los ganaderos y sus familias y a los romanos que habían acudido con sus animales, y luego se dirigió a los compartimientos del gran establo para acariciar y bendecir al ganado vacuno, los caballos, las ovejas y las cabras, los conejos y las aves de corral.