Congo: Gallagher se reúne con el Presidente N'Guesso
Stanislas Kambashi, SJ - Ciudad del Vaticano
El martes 14 de enero, con un encuentro con el Presidente Denis Sassou N'Guesso, seguido de conversaciones con el Primer Ministro Anatole Collinet Makosso y el Ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Claude Gakosso, el Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario vaticano para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, concluyó su viaje a Brazzaville con ocasión del inicio de los trabajos de la Comisión Mixta para la aplicación del Acuerdo Marco entre la República del Congo y la Santa Sede.
«Un día histórico», así describió Gallagher la ceremonia del 13 de enero en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores para poner en marcha los trabajos de la Comisión, en presencia de representantes gubernamentales y eclesiásticos congoleños y del nuncio apostólico en Congo y Gabón, el arzobispo Javier Herrera Corona. En su discurso, el Secretario para las Relaciones con los Estados hizo un balance de la evolución de la cooperación entre el Congo y la Santa Sede y subrayó la importancia del Acuerdo Marco de relaciones y cooperación entre ambas partes, que en 2027 celebrarán 50 años de relaciones diplomáticas bilaterales.
Coronación de un camino de amistad y colaboración
Firmado en Brazzaville el 3 de febrero de 2017, el Acuerdo Marco es la «coronación de un largo camino de amistad y colaboración positivas entre la Santa Sede y el Gobierno congoleño», ha declarado monseñor Gallagher. Los trabajos y las discusiones jurídicas llevadas a cabo por la Comisión Mixta para la aplicación del acuerdo tienen como objetivo «promover una relación entre las instituciones que pueda favorecer una sana cooperación en los diversos ámbitos de interés común».
A continuación, el Secretario para las Relaciones con los Estados explicó el contenido del Acuerdo, que «proporciona un marco jurídico a la personalidad pública de la Iglesia católica en el Congo». Al mismo tiempo, reiteró el principio internacional de cooperación entre los Estados, así como «el interés común de promover acuerdos específicos en los próximos años en los ámbitos de la educación, la salud y la asistencia espiritual en las fuerzas armadas, entre otros». Según el arzobispo, esa cooperación fortalecerá las buenas relaciones bilaterales e internacionales entre los dos países. El objetivo es siempre promover caminos concretos de paz y reconciliación en un mundo dramáticamente marcado por conflictos y profundas desigualdades sociales.
La visita del Presidente N'Guesso al Vaticano
La cooperación entre el Congo y la Santa Sede ha dado grandes pasos desde el establecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales en 1977, promoviendo muchos de los valores fundamentales compartidos por ambos Estados, subrayó Gallagher. La visita del Presidente Denis Sassou N'Guesso al Vaticano en noviembre de 2024, añadió, es «una prueba clara de estas buenas y fructíferas relaciones bilaterales». En esa ocasión, el Papa y el Jefe de Estado abordaron la importancia del diálogo y la fraternidad como instrumentos eficaces para resolver los actuales conflictos internacionales. El Papa, dijo el representante vaticano, reza para que estas relaciones sigan siendo fructíferas, esperando que se reflejen «en una creciente búsqueda de diálogo y respeto, a todos los niveles de la sociedad, entre el mundo institucional y el mundo de la fe».
El reto de la evangelización
Entre los ámbitos de cooperación entre la Santa Sede y el Congo, Mons. Gallagher mencionó también la evangelización. Hoy en día, la presencia católica es parte integrante de la historia y la cultura congoleñas, al igual que otros movimientos y confesiones religiosas. «El Congo es hoy un ejemplo de coexistencia religiosa e intercultural pacífica», afirmó el prelado. Animado por esta buena cooperación entre Iglesia y Estado, e inspirado por la reflexión sobre un «laicismo positivo» en el contexto europeo, el diplomático británico considera oportuno «reflexionar sobre el principio de un “laicismo constructivo e inclusivo”», es decir, «una variación estructural de la laicidad del Estado que valore adecuadamente la contribución positiva de la religión en la esfera pública, así como los beneficios que de ella se derivan para el bien de todos».
Un nuevo impulso a la fraternidad y al respeto de los demás
En su discurso también hubo una mención a la cuestión medioambiental, de gran actualidad para el Congo, uno de los ecosistemas más importantes del planeta y también uno de los más expuestos al cambio climático. Sobre esta cuestión, Gallagher reiteró el llamamiento lanzado por el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si' a «ampliar nuestros horizontes para proteger juntos la casa común». En la misma línea, el secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales insistió en la «urgente necesidad» de ofrecer a todos «oportunidades de crecimiento profesional y personal», garantizando el acceso a bienes esenciales «como la alimentación, el agua, la asistencia sanitaria, la educación y la formación técnica» y asegurando «la libertad de conciencia y de expresión». La voluntad de la Santa Sede, concluyó el arzobispo, es seguir contribuyendo, a través del trabajo de la Conferencia Episcopal, «a promover el desarrollo armonioso y solidario de todas las partes de la sociedad». En este sentido, es esencial educar a las nuevas generaciones en una fraternidad renovada, para que crezcan conscientes de la importancia de respetar a los demás, escucharlos y comprometerse en el diálogo por la paz.
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