Lanzan proyecto para valorizar las catacumbas hacia el Jubileo 2025
Maria Milvia Morciano - Ciudad del Vaticano
Por las calles de Roma, los peregrinos se asombraban ante la grandeza de los restos de la ciudad imperial, las austeras iglesias paleocristianas y la posterior magnificencia barroca. Pero por el camino también encontraban lugares secretos, que no emergían del suelo con mármol y piedra y que guardaban en silencio los testimonios más antiguos e intensos de los mártires y que atraían igualmente la fe de los romanos. Son las catacumbas, lugares también protagonistas del viaje jubilar.
Aperturas especiales para el Jubileo
La Pontificia Comisión de Arqueología Sacra presentó, este miércoles 4 de diciembre en el Palacio Borromeo, sede de la Embajada de Italia ante la Santa Sede, un proyecto para el próximo Año Santo. Tras los saludos del embajador Francesco di Nitto, de monseñor Daniele Salera, obispo auxiliar de Roma, y de Svetlana Celli, presidenta de la Asamblea Capitolina, monseñor Pasquale Iacobone, presidente de la Comisión, pronunció un discurso que ilustró cuáles serán las principales iniciativas previstas, que también compartió con los medios de comunicación vaticanos.
¿Cuál es el proyecto de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra para el Jubileo?
Esperando a los peregrinos que vendrán a Roma para el Jubileo, la Pontificia Comisión ha pensado en primer lugar en ampliar al máximo su oferta. Además de las catacumbas que ya están abiertas al público, tiene previsto abrir otras catacumbas, otras instalaciones que sean acogedoras, como San Lorenzo al Verano, con las catacumbas de abajo, y las catacumbas de Santa Tecla, Commodilla, Pretestato y otros lugares más pequeños aptos para grupos reducidos, precisamente para dar a los peregrinos la oportunidad de vivir las catacumbas desde la perspectiva del Jubileo.
Queremos valorizar las memorias de los mártires, lugares de los mártires, testigos de esperanza, que se convierten ciertamente en destinos importantes del Jubileo, como se subraya tanto en la Bula de Indicción del Papa como en la nota de la Penitenciaría Apostólica.
También valorizaremos las tumbas de los mártires con signos especiales, por ejemplo una cruz del peregrino que invite a los peregrinos a detenerse allí, a hacer una pausa de silencio, de recogimiento, de oración.
Además, se organizarán otros actos, otros eventos que pretenden enriquecer la simple visita con momentos culturales y artísticos y con momentos de conmemoración, como el recuerdo de la visita de Pablo VI a las catacumbas de Domitila el 12 de septiembre de 1965. Todo ello para ofrecer a los peregrinos una experiencia importante de lo que Pablo VI afirmaba que eran las raíces profundas de nuestra fe cristiana, de nuestra experiencia.
De hecho, desde los primeros jubileos, a medida que se extendían las distintas basílicas prescritas a los peregrinos para obtener las indulgencias, ellos pasaban junto a las catacumbas. Pienso, por ejemplo, en San Felipe Neri cuando recuperó la costumbre de visitar las siete iglesias, itinerario que pasa justo por las catacumbas más importantes, como la de San Sebastián en la Via Appia...
San Felipe Neri en 1552, el 25 de febrero, era Jueves Santo, inauguró oficialmente la visita a las siete iglesias, que incluía también dos basílicas con catacumbas, San Sebastián y San Lorenzo. Y hay que decir más: San Felipe Neri vivió uno de los momentos más importantes de su vida, una experiencia mística justo dentro de las catacumbas de San Sebastián. Hay un cubículo, donde se puede pasar, con un altar, donde se encuentra un busto de San Felipe que recuerda precisamente ese éxtasis místico del santo.
Digamos, pues, un ejemplo virtuoso del efecto de la importancia que ejercen sobre los creyentes los recuerdos de los mártires...
San Felipe Neri, como todos los santos y figuras importantes de la Reforma católica, después del Concilio de Trento, recuperó la historia de la comunidad cristiana primitiva, las raíces de la experiencia cristiana y, por tanto, la memoria de los mártires cobró importancia. Y fue entonces cuando comenzaron las primeras investigaciones, las primeras excavaciones de las catacumbas, para valorizar precisamente la memoria de los mártires.
¿Hay algo más previsto en el resto de Italia, también relacionado con el Jubileo y las catacumbas?
Nuestro sitio web muestra qué otras catacumbas de Italia están abiertas al público y que normalmente se encuentran a lo largo de rutas de peregrinación, como la Via Francígena con Bolsena y las demás catacumbas del norte del Lacio. Las peregrinaciones diocesanas durante el Jubileo también pueden visitar las catacumbas, donde están presentes y son accesibles.
Con ocasión del Jubileo, la Jornada de las Catacumbas, que se celebra dos veces al año, dejará de celebrarse, al menos durante el próximo año, en favor de una oferta mucho más amplia, y recuerdo que durante estos días siempre hay alguna iniciativa, taller o encuentro, con niños. ¿Se han previsto también para el Jubileo actos similares dedicados a los jóvenes?
No vamos a producir nada especial porque sabemos que ya, tanto en los actos jubilares previstos como en las peregrinaciones de las diócesis de las parroquias, habrá niños y jóvenes, además de adultos. Así que, sin duda, habrá algo para los niños.
Nosotros, por otra parte, hemos pensado hacer otra propuesta en lugar de la Jornada de las Catacumbas, dirigida sobre todo a los habitantes de Roma y a los que se quedarán algunos días más: el llamado pasaporte del peregrino de las catacumbas titulado «El camino de los mártires», un poco como Compostela, un pasaporte en el que es posible visitar las catacumbas con un billete con rebajas incluso importantes. Al sellar este pasaporte, expediremos un certificado de esta visita a las seis catacumbas romanas con los recuerdos martiriales más antiguos y significativos.
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