Ucrania: negociaciones de paz en pausa tras acusaciones de Trump

Paola Simonetti – Ciudad del Vaticano

Los líderes europeos hablan, pero no concretan ninguna solución válida para resolver la guerra entre Rusia y Ucrania. La nueva ofensiva del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a dirigirse contra Europa, que, en su opinión, no ofrece soluciones contundentes en las negociaciones para resolver el conflicto en Ucrania.

Según Trump, incluso el presidente ucraniano, Volodymir Zelensky, se habría debilitado y debería considerar ceder en algunos puntos del plan de paz elaborado por Estados Unidos. Uno de los puntos centrales es el control del territorio de Donbás, que Moscú reclama como históricamente suyo, punto en el que, por el contrario, el líder de Kyiv no está dispuesto a ceder.

La respuesta de Europa

La tajante réplica del presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, no se hizo esperar: «Somos aliados de Estados Unidos, y los aliados deben actuar como tales y no interferir», reiteró, añadiendo: «No haremos en Ucrania lo que otros han hecho en Afganistán. Seguiremos apoyándola».

Pero el apoyo de Europa a Kyiv no es totalmente unánime: si bien Francia, Alemania e Italia han confirmado la necesidad de reforzar Europa haciéndola independiente de Estados Unidos, el líder húngaro, Viktor Orbán, se mantiene cercano a Rusia: estos días ha enviado a su ministro de Asuntos Exteriores al país para «mantener abiertos los canales de comunicación con Moscú».

En el intercambio de opiniones interviene el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serghej Lavrov, quien, según informan las agencias Ria y Tass, ha advertido que Rusia respondería a un posible despliegue de tropas europeas en Ucrania. Moscú, ha afirmado Lavrov, no tiene «ninguna intención de entrar en guerra con Europa», pero «está dispuesta a reaccionar».

La postura de Zelensky

Desde el punto de vista político-diplomático, cabe destacar que ayer, martes 9 de diciembre, Zelensky se reunió en Roma con la primera ministra italiana Giorgia Meloni para perfeccionar con los socios europeos el proyecto de alto el fuego que, según se ha anunciado, debería enviarse hoy mismo a Estados Unidos. Y tras las acusaciones de no haber convocado elecciones presidenciales tras la expiración de su mandato el año pasado, el presidente ucraniano reitera que está dispuesto a abrir las urnas, «pero una vez terminada la guerra, lejos de las bombas».