«Gaza es un campo de exterminio», la dura denuncia de Naciones Unidas
Paola Simonetti - Ciudad del Vaticano
«Los civiles se encuentran en un círculo de muerte sin fin, un lugar de exterminio». El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lanza en una entrevista a la prensa su más dura denuncia sobre la acción militar israelí en curso en Gaza, donde el bloqueo al paso de la ayuda humanitaria está en vigor desde hace más de un mes. "No hay alimentos. No hay combustible. No hay medicinas -dijo Guterres- en los pasos fronterizos se están acumulando productos esenciales. Más de dos millones de civiles están al borde de la muerte en la zona, donde los ataques aéreos israelíes no cesan. Sólo en la madrugada de hoy, ya se han cobrado al menos dos víctimas en los campos de refugiados de Nuseirat y Jan Yunis, tras los casi 60 muertos del martes 8 de abril. En este contexto, el Secretario General de la ONU ha dejado claro que no participará en ningún acuerdo que no respete plenamente los principios humanitarios.
La respuesta de Israel
El gobierno israelí rechaza las acusaciones de la ONU, afirmando que la ayuda no han faltado en la Franja: «Más de 25.000 camiones pasaron por Gaza durante el alto el fuego, explicó Omer Marmorstein, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, y Hamás utilizó esta ayuda para reconstruir su maquinaria de guerra. Guterres difunde calumnias contra Israel".
Hamás impulsa un alto el fuego El grupo islámico palestino, por su parte, insta a nuevas negociaciones para alcanzar una tregua, necesaria también, según sostiene, para llevar de vuelta a casa a los rehenes israelíes. "La nueva ofensiva militar -reiteró Hamás en un comunicado- no traerá de vuelta con vida a los rehenes, sino que pondrá en peligro sus vidas y los matará. La única forma de llevarlos de vuelta es mediante las negociaciones". La organización fundamentalista palestina acusó a Israel de llevar a cabo una «brutal venganza contra civiles inocentes», y pidió a la comunidad internacional que «les detenga inmediatamente».
El espinoso asunto de los servicios secretos
El ejecutivo israelí, por su parte, asume el bloqueo provisional por parte del Tribunal Superior de Justicia de Israel de la petición de destitución del jefe del Shin Bet, Ronen Bar, declarando que debe permanecer en su puesto hasta nuevo aviso. Ahora el gobierno y la fiscalía general tendrán que buscar un acuerdo sobre cómo resolver la disputa legal sobre su destitución, un entendimiento para el que el tribunal ha dado de plazo hasta el 20 de abril. Un parón, el de la destitución de Bar, que la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó de "desconcertante", ya que, señala la oficina del primer ministro, los jueces reconocieron la autoridad del gobierno para destituir al jefe de la agencia de inteligencia Shin Bet.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí