En Bilrky, Ucrania, beatificación de don Pietro Paolo Oros, sacerdote y mártir En Bilrky, Ucrania, beatificación de don Pietro Paolo Oros, sacerdote y mártir

Pietro Paolo Oros es beato: hombre de comunión en un mundo desgarrado

Este 27 de septiembre, en Bilky (Ucrania), Divina Liturgia para la beatificación del sacerdote mártir del régimen comunista, asesinado en 1953 con sólo 36 años. El representante del Papa, el cardenal Ryś: se convirtió en un "puente" entre divisiones y conflictos.

Vatican News

"En el mundo de hoy, desgarrado por terribles guerras, dividido como nunca antes, y en el que el hombre ha perdido la capacidad de encontrarse en profundidad y sufre una terrible soledad, necesitamos personas de verdadero encuentro y comunión, como el padre Peter Paul Oros". Así definió el cardenal polaco Grzegorz Ryś, arzobispo de Łódź, y representante del Papa, al sacerdote de la eparquía de Mukachevo, de rito bizantino, que sufrió martirio en 1953 y ha sido beatificado esta mañana, 27 de septiembre, en Bilky (Ucrania). Un acontecimiento largamente esperado -desde entonces aplazado varias veces tanto por la guerra en Ucrania como por la muerte del Papa Francisco- y también recordado por León XIV en la audiencia jubilar de hoy en la Plaza de San Pedro.

Una vida marcada por la caridad

Del nuevo beato, asesinado por el régimen comunista cuando sólo tenía 36 años, el cardenal Ryś repasó su corta vida, pero totalmente marcada por la bondad, la misericordia y la caridad. "Hoy proclamamos beato a un mártir para quien la cruz no era sólo la muerte, sino la vida entera", señaló el cardenal, que destacó también la "profunda fe y espiritualidad" de Oros, cuyas rodillas "estaban duras como suelas a fuerza de rezar". Y murió de rodillas, mientras custodiaba el Santísimo Sacramento que llevaba a un enfermo.

No enseñaba con palabras, sino con el ejemplo

Él, añadió el cardenal, "no enseñaba con la palabra escrita; enseñaba con la vida, con el ejemplo". De sus numerosas homilías y catequesis, de hecho, no ha quedado ningún texto.  Sin embargo, en la memoria de muchos sigue grabado su "hacer el bien". En el padre Oros, prosigue el representante del Papa, pobreza y caridad "convergían en una única actitud, eran como los dos perfiles de su rostro. Era pobre porque daba, daba porque sabía ser pobre. En la rectoría donde vivía no había más que una mesa muy sencilla y algunas sillas. Lo que recibía, lo distribuía", abrazando a la humanidad "en todas sus necesidades: desde las más profundas y espirituales hasta las más simples y materiales", porque creía que los necesitados debían "recibir siempre lo mejor, lo nuevo".

Un retrato de don Pietro Paolo Oros
Un retrato de don Pietro Paolo Oros

Practicar la misericordia incluso en tiempos de guerra

Con este ejemplo, el cardenal se dirigió a los fieles ucranianos con una invitación más actual que nunca: "Vosotros, que sufrís la agresión y la guerra desde hace muchos años; vosotros, que habéis perdido no sólo vuestras casas y vuestras posesiones, sino también lo que no tiene precio, es decir, vuestra vida y la salud vuestra y de vuestros seres queridos: es obvio que tenéis derecho a esperar ayuda y apoyo de todos". Pero, añadió, "precisamente hoy, en circunstancias tan dramáticas, cuando tenéis todo el derecho a pensar primero en vosotros mismos, el Beato P. Pedro os dice: ¡Sed misericordiosos!".

La espiritualidad del encuentro

Por último, el cardenal Ryś destacó la "rica espiritualidad del encuentro" vivida por el nuevo beato, "que respiraba con los dos pulmones del cristianismo: el oriental y el occidental", haciéndose así "puente" entre dos mundos, incluso en contextos difíciles. "Todos necesitamos puentes", señaló el cardenal, "pero sabemos bien que, en tiempos de guerra, son siempre los puentes los primeros en ser bombardeados. Ser 'puente' significa ser el que une, no el que divide; ser el que 'transforma las espadas en arados', es decir, el que transforma las armas en instrumentos de trabajo común" y "Don Petro consiguió encontrar un lenguaje común con todos: con los católicos latinos o bizantinos, con los ortodoxos y con los ateos".

La peregrinación de los jóvenes

La existencia del nuevo Beato, junto a la de sus hermanos sacerdotes "arrestados, perseguidos, torturados, asesinados, muertos en prisión", concluyó el cardenal Ryś, "enseña el amor poderoso y radical, en la vida y en la muerte". La celebración de esta mañana estuvo precedida ayer, 26 de septiembre, por una peregrinación a pie a Bilky realizada por unos mil jóvenes, a la que siguió la Divina Liturgia presidida por el obispo auxiliar de Mukachevo de rito bizantino, el franciscano Nil Yuriy Lushchak.

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15 septiembre 2025, 15:24