Plenaria de obispos de España: Familia, natalidad, migraciones y paz
Vatican News
Un análisis de la misión de la Iglesia y de los desafíos actuales en un contexto de profundos cambios políticos, sociales y culturales, fue el punto de partida del discurso de monseñor Luis Argüello, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), al abrir, esta mañana, la 127ª Asamblea Plenaria del episcopado. Las cuestiones fundamentales para la Iglesia en España y su relación con la sociedad contemporánea, estuvo al centro de la discusión como una oportunidad para renovar el compromiso con la fe y con la misión de la Iglesia en el mundo.
La defensa de la familia
Uno de los temas centrales del discurso de monseñor Argüello – como señala una nota de la oficina de comunicaciones de la CEE, ha sido la familia, entendida como la base de la sociedad y de la vida cristiana. La preocupación por las crisis familiares, la disminución de la natalidad y el impacto de ciertos modelos económicos y culturales en la estabilidad familiar deben movilizar la acción de la Iglesia y la de los poderes públicos ya que es necesario apoyar políticas que favorezcan la estabilidad de las familias, el acceso a la vivienda y la conciliación entre el trabajo y la vida personal.
El bien común
En relación al bien común y al lugar que ocupan para ello la economía y la política, el presidente del episcopado ha señalado como elemento imprescindible la creación de un modelo económico más justo y equitativo. De manera especial porque la economía de mercado, en muchas ocasiones, pone el lucro por encima de la dignidad humana, cuando debe estar al servicio del bien común. Los empresarios y los políticos deben adoptar políticas que promuevan el empleo digno, la reducción de la desigualdad y la protección de los más vulnerables. La acción política debe estar orientada al bien común y no a intereses partidistas o ideológicos que, como resulta preocupante para nuestro tiempo, están llevando a una creciente polarización y crispación en la vida pública española.
Promover la Paz
En el ámbito internacional la situación es equiparable. Es preciso promover la paz en un mundo marcado por conflictos y tensiones geopolíticas. A la cuestión sobre la situación del mundo con una mirada especial a Europa ha dedicado el punto 6.1 de su discurso, citando a Bauman: “Tenemos la sensación de que estamos perdiendo el control sobre nuestras vidas y viéndonos reducidos a la condición de peones movidos de un lado para otro en una partida librada por jugadores desconocidos e indiferentes a nuestras necesidades”.
Ante ello, la Iglesia, desde su papel pastoral, hace un llamamiento a la unidad y al diálogo, recordando que los cristianos deben ser instrumentos de paz y reconciliación en una sociedad cada vez más fragmentada. Al mismo tiempo, la Iglesia debe ser una voz profética que clama por la paz y la justicia.
Vocaciones en la Iglesia
El reciente congreso de Vocaciones “¿Para quién soy?” pone la atención en la vida entendida como vocación y destaca que el verdadero propósito del ser humano no es el éxito individual sino el servicio a los demás, por lo que monseñor Argüello ha invitado a los jóvenes a descubrir su vocación en la Iglesia y en la sociedad, ya sea en el sacerdocio, la vida religiosa o el laicado comprometido. Para ello se hace imprescindible, superar la cultura del “empoderamiento” individualista, que en muchas ocasiones lleva al egoísmo y la autosuficiencia, en contraposición con la llamada cristiana a la entrega y al amor al prójimo.
Alianzas y compromisos
El presidente de la CEE ha lanzado en su discurso dos propuestas y un compromiso. La primera es impulsar una alianza con padres y educadores, empresarios y políticos, con medios de comunicación, artistas y creadores para promover una «cultura de la vida» reflexionando y proponiendo medidas sobre los diversos ámbitos implicados por la crisis demográfica: económicos, políticos, culturales y espirituales.
La segunda, la propuesta de una reunión de los dos grupos políticos mayoritarios en las Cortes para afrontar el problema de las migraciones e impulsar la iniciativa legislativa popular que reunió más de 600.000 firmas para la regularización de los migrantes.
El compromiso se refiere a seguir intensificando la reparación integral de las víctimas de abusos y la prevención de estos. Mons. Argüello señala que “hemos puesto en marcha un plan de prevención y reparación, asumimos una obligación moral donde no haya obligación jurídica, en los casos verosímiles del pasado; incluso estamos dispuestos a estudiar una posible supervisión del Defensor del Pueblo en este proceso ya en marcha”.
Monseñor Auza se despide de España
Unas palabras “de corazón” dirigidas al episcopado español fueron las del arzobispo Bernardito Auza, hasta hace unos días Nuncio Apostólico en España. Tras el discurso del presidente, monseñor Auza ha dirigido su último saludo a la Plenaria antes de incorporarse a su nuevo destino como Nuncio Apostólico ante la Unión Europea. Al finalizar sus palabras, Mons. Argüello le ha entregado, como obsequio de la CEE, los cuatro volúmenes de la Liturgia de las Horas en castellano, personalizado con su nombre.
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