Nigeria, un sacerdote asesinado el miércoles de ceniza
Giada Aquilino – Ciudad del Vaticano
Asesinado el miércoles de ceniza, pocas horas después de ser secuestrado. El padre Sylvester Okechukwu, párroco de la iglesia de Santa María Tachira, en la zona de Kaura, en el Estado de Kaduna, fue «cruelmente» asesinado por sus secuestradores «en la madrugada del 5 de marzo»: había sido secuestrado la noche anterior en su residencia de Tachira. Así lo ha anunciado en un comunicado la diócesis de Kafanchan, recogido por la agencia Fides.
El mensaje de paz del padre Sylvester
«Queda por establecer por qué fue asesinado», reza la nota, que recuerda cómo el padre Sylvester, ordenado en el 2021, era «un devoto siervo de Dios, que trabajó desinteresadamente en la viña del Señor, difundiendo el mensaje de paz, amor y esperanza»: un sacerdote «que dio su vida al servicio de Dios y de la humanidad», dejando un «vacío imborrable». Por ello, la diócesis hizo un llamamiento a los jóvenes y a los miembros de la comunidad para que «mantengan la calma y permanezcan firmes en la oración».
Secuestros también en los Estados de Edo y Yola
El secuestro del sacerdote se produjo sólo dos días después de que otro sacerdote y un seminarista fueran secuestrados por la fuerza por un grupo de hombres armados en el Estado nigeriano de Edo. El domingo pasado, en un dramático asalto, el padre Philip Ekeli y el seminarista Peter Andrew habían sido secuestrados en la iglesia de San Pedro, en la comunidad de Iviukwa.
En el ataque, uno de los secuestradores fue abatido por los guardias de seguridad del lugar de culto católico durante un tiroteo. Las operaciones de las fuerzas de seguridad para rescatar a los secuestrados y capturar a los delincuentes siguen en curso.
En un comunicado, Ayuda a la Iglesia Necesitada (Acs) señala que el asesinato del padre Sylvester y el secuestro del padre Ekeli y del seminarista Andrew se produjeron en un momento en el que otros dos sacerdotes nigerianos siguen desaparecidos, tras haber sido secuestrados el 22 de febrero en la diócesis de Yola. El año pasado, informa Acs, en un clima de inseguridad generalizada 13 sacerdotes habían sido secuestrados en el país africano, todos liberados posteriormente, y uno había sido asesinado.
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