Fervorosa súplica de los Hogares de Cristo por la salud de Francisco
Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano
"Hoy pedimos por la salud de aquel que fue nuestro obispo y quien, hace 17 años, dio el primer paso para comenzar la tarea que los curas de las villas veníamos realizando, y que él ha acompañado siempre hasta el día de hoy". Así se expresó el Padre José María "Pepe" Di Paola, presidente de la Federación Familia Grande Hogar de Cristo, durante la misa celebrada el domingo 16 de marzo en la Basílica de Luján, Argentina. La eucaristía cerró una novena en la que se oró de modo particular por la pronta recuperación del Papa Francisco.
La misa fue presidida por monseñor Oscar Ojea, obispo emérito de San Isidro, y contó con la participación de miles de jóvenes que asisten a los centros de la institución. Estos centros ofrecen una respuesta integral a situaciones de vulnerabilidad y/o consumo problemático de sustancias psicoactivas, priorizando a la persona y sus cualidades. Los jóvenes, movidos por un profundo afecto al Papa Francisco, llenaron el templo mariano, desafiando la lluvia intermitente, con redoblantes, canciones, banderas y carteles.
La celebración coincidió con la fiesta del Santo Cura Brochero, y el Padre Di Paola hizo una mención especial de este hecho: "Estamos aquí para decirle al Cura Brochero que queremos seguir su camino en los barrios, en el lugar donde la Iglesia nos ha puesto, y que el Hogar de Cristo es la manera de vivir la Iglesia que nos enseña el Papa Francisco: en salida, pobre entre los pobres". Además, destacó: "Jorge Bergoglio nos enseñó a recibir la vida tal como viene", lo que generó un aplauso entusiasta entre los asistentes.
En un mundo individualista, marcado por la crueldad y la lógica del "sálvese quien pueda", el sacerdote subrayó que los Hogares de Cristo levantan la bandera de la "comunidad organizada". Es por esto que su labor se enfoca en los más desprotegidos. "Aquellos que han caído a causa de la droga, aquellos que han quedado solos en la vida, allí está el Hogar de Cristo, para abrazarlos y decirles que esta es su casa, una casa que ha ido creciendo", afirmó.
A los pies de la Patrona de la Patria, la Virgen de Luján, los presentes renovaron su compromiso de unidad, de mirar al más humilde y al más pobre, trabajando codo a codo con los hermanos. "Esto nos permite decir que seguimos siendo una gran familia. No somos un 'rejuntado', somos la Gran Familia de Hogar de Cristo. Y me pregunto: si esto no es la Iglesia, ¿dónde está la Iglesia?", concluyó.
"El cariño es un Hogar"
Hace tres años, cuando los Hogares de Cristo festejaron su 15º aniversario de fundación con una peregrinación de la imagen de la Virgen de Luján por toda la nación, Francisco los animó a seguir adelante con su misión y en un videomensaje se refirió a esta iniciativa como una "peregrinación constructiva", pues "esos son los mensajes o el testimonio" de la trayectoria de la entidad.
Contra la delincuencia de la droga que destruye, Francisco les planteaba que "se puede abrir una alternativa". En este sentido, los Hogares no son solo como una "mano para levantar", sino que "es el cariño, es un Hogar en el cual te rearmás, se te fortalece la vida y te volvés a insertar de otra manera muy superior a la sociedad". Esta organización, de hecho, gestiona dispositivos de inclusión y participación comunitaria, tales como comunidades, granjas, cooperativas, centros de bajo umbral, casas de medio camino, casas amigables y carpas solidarias.
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